miércoles, 17 de septiembre de 2008

PinyPon (los muñecos que trabajan)

Cuando yo era chiquita, uno de mis juguetes preferidos, eran los PinyPon.
Los PinyPon, eran unos muñecos chiquitos, totalmente inútiles, que no movían ninguna extremidad, y cero expresivos porque no tenían boquita. Los había nena (Pin) y nene (Pon). Y a ambos les podías sacar de cuajo la peluquita dejando su cabecita chata y hueca al aire.
Los PinyPon eran muy trabajadores. Casi todos sus accesorios estaban relacionados a profesiones u oficios. A mi me encantaba armar todos los que tenía y mirarlos horas, porque me causaba mucha ternura ver a esos pequeños fotógrafos, heladores, pasea-pony o jardineros.
Hasta que descubrí cosas más interesantes que mirar, y mis PinyPon acrecieron el acervo hereditario que recibió mi hermanita María.
Sin embargo, no dejé de verlos...
Yo no lo sabía, pero mis amados muñequitos fueron inspirados en la vida real. Si prestan atención, en cada laburo hay un PinyPon.
Es fácil detectarlos porque tienen las mismas características que los de plástico.
Son muuuuuuy inútiles. Se darán cuenta si laburan con uno, porque el muñeco en cuestión nunca sabrá cómo se hace algo. Pero lejos de aprender, su respuesta a un requerimiento nuestro será "ah no, yo café no hago porque me sale feo", o " me hacés vos el recibo que yo no sé"...
Tampoco retendrán más de una cosa al mismo tiempo, y como no sabe llevar una agenda, la mitad de las veces se olvidará de pasarte mensajes, pagar un servicio o avisarte que mañana hay paro en tribunales para que no vayas como una boluda al pedo.
Nunca terminarán lo que le pediste a tiempo. No tendrán pudor en decirte que se mandaron de nuevo la misma cagada que 100.000 veces antes tuviste que solucionar. Llegarán tarde siempre. Jamás, pero jamás te darán una mano en nada.
Y eso es porque no mueven niguna extremidad, o sea: si suena el teléfono y la longitud de su brazo no es suficiente para alcanzarlo desde el lugar donde esta sentado, no se moverá un solo centímetro para atender. Si se encuentra a dos cuadras de la oficina donde esperan que alguien retire urgente un informe, no caminará un solo paso hasta allí, "manden una moto", contesta por radio. No se arrimará medio metro para levantar el papel que se te cayó sin que te dieras cuenta. No se moverá de la hermosa silla desde donde ejerce su reinado de pelotudez.
Y nunca dirá nada, porque como no tienen boquita, tampoco expresión propia. Si saben algo importante para tu laburo no lo comunican. Si viene un cliente difícil, llaman a la encargada porque les da vergüenza despacharlo ellos mismos. Por teléfono no se animan a decir que el jefe no está. No saben negar, ni mentir, ni discutir a muerte que el cheque lo depositaron ayer pero el banco no lo acreditó.
En mi caso, estuve al borde de matar de 113 puñaladas a uno de estos muñecos.
Sin embargo, antes de que la furia se apoderara de mí, pude recordar que debajo de esas simpáticas peluquitas, hay una cabecita chata y vacía, sin neuronitas ni ideas, solo correntada de aire entre oreja y oreja.
Sólo así, haciéndome a la idea que de no son seres pensantes, sino juguetes macabros que la naturaleza creó para probarnos que tan sabia no era, puedo evitar la masacre diaria, y mirar a mi compañero/a PinyPon casi con la misma ternura con la que veía a mis inútiles muñequitos de la infancia...

4 comentarios:

Flan dijo...

Ay... me parece que soy un poco Pin... (no a tal extremo), pero si.. si... (yo diría play mobil.. algo me muevo!)
no me odien.. =)
el tema es que cuando llegue, todos eran pinypons... asique tuve que adaptarme a esta comunidad!! sino iba a terminar yo, apuñalando al resto. a veces hay que negociar con el diablo.
entre porque encontré una frase q dejaste en otro blog q me encantó..."Es lindo ser un oasis, pero mucho más lindo es ser el desierto que lo esconde."
Genial....quería decírtelo, creo q se aplica a muchas situaciones.
Un besito

Anónimo dijo...

Yo amaba a los pinypon pero si me toca alguien de compañerito de laburo así, me muero. Entro en un ataque de ira y no sé si sale vivo...

Hay días que es preferible contar hasta 100 000

un beso

chuni

Claudio G. Alvarez Tomasello dijo...

Los Pin o Pon laborales son consecuencia directa de un Pin o Pon jefe o dueño.
Detras de un PIn o Pon laboral hay un verdadero Pin o Pon a cargo.
Pero igual les encajaría con gusto y sin culpa alguna unas cuantas de esas 113 puñaladas.

Anónimo dijo...

pin y pon la pareja inseparable que no se sabe quien de los dos es mas inútil en mi trabajo ya bautizaron a dos con esos nombres ,menudos inútiles