viernes, 6 de junio de 2008

Mala

"Vos tenes maldad para diluir", me dijeron un día; "Sos como el jugo Suin, concentrada", remataron.
Y puede ser, ¿por que no?. A los seis años maté un pollito. A los 11 le conté a mi hermanita de 3 que Papá Noel no existía.
A los 28 critico todo. Empezando por mí:
Soy petisa. Me sobran caderas y me faltan gomas.
Tengo el pelo lacio, pero finito.Nunca salgo bien en la fotos.
Se me retrajeron las encías y cuando duermo rechillo los dientes.
Me sobra una vértebra lumbar.
Soy obsesiva compulsiva.
Hago un escándalo si me sacan la lapicera de mi escritorio.
Duermo con dos almohadas y un almohadón. Todos ellos tienen nombre.
Me enojo seguido. Y cuando me enojo peleo.
Mi vocación frustrada es la de sargento, así que me saco las ganas con mi novio.
Discuto todo y siempre tengo razón. Y si no la tengo discuto hasta que me la dan.
No me gustan los perros.
Ni los viejos.
Ni los niños.
Hablo mal de las personas, delante de las personas.
Siempre veo el vaso medio vacío.
Y cuento con los dedos de las manos las personas que quiero.
Soy mala, sí... en cuanta acepción pueda tener la palabra.
Pero en el fondo, por alguna extraña razón, me siguen aceptando.
Yo creo que en el fondo, les gusta que lo sea.
Porque sino, no sería Anita.