viernes, 10 de octubre de 2008

Madre NO hay una sola (por suerte)

En vísperas del día de las Madres, un post especial. Es largo, pero el tema daba para mucho. Como bien dice el título, madre no hay una sola, hay muchas. Por eso, les describo algunas de las que me he cruzado en el camino. ¿Consejito? Leánlo de a poco y después me comentan cual de todas es la de ustedes (o cual de todas son ustedes!). Buen finde y feliz día a todas las madres...!!

1. La idishe mame criolla:
Madraza si las hay, la criolla se diferencia de idishe mame original por su sangre no moishe, y porque la nuestra no insiste en culpar a sus hijos por todos sus males. Abnegada, dejó de trabajar el día que tuvo su primer atraso y no volvió a hacerlo hasta que el juez la declaró soltera nuevamente. Eso sí, a esta altura, su hijo mayor ya tenía 20 años y la nena, había cambiado de novio varias veces. La mame sabe lo que es no dormir la semana previa al cumpleaños de alguno de sus chicos. Armó más de 1.300 souvenires. Horneó 2.000 pizzetas. Cosió 30 disfraces, pegó 800 curitas. Se desveló con un termómetro en la mano y lloró cuando los pichones dejaron el nido. Tiene un rincón de la casa donde acumula cosas de su hija "la artista" y nunca se pudo desprender del primer rulo de su hijo. No fue a la universidad, pero es chef profesional, diseñadora de modas, enfermera licenciada y abogada aguerrida. Y psicóloga, sobre todo, psicóloga. Para la mame criolla, sus vástagos nunca serán lo suficientemente adultos como para olvidarse de recomendarles que se abriguen, que no tomen nada que no hayan abierto frente a ellos, y que se cuiden. Esta madre cría mujeres algo sumisas e hiperactivas. Sus varoncitos suelen ser cómodos y consentidos.

2. La mal casada:
Casada de apuro y divorciada a las patadas, es una madre fatal. Treintona, vive con su hijo único en un departamento de dos ambientes lleno de juguetes y tecnología adquirida en 24 cuotas. Madre por casualidad, no tiene mucha idea de nada. En su casa, generalmente se come poco y mal. Salchichas, patitas Granja del Sol y arroces listos son el alimento básico. Pocas veces ayuda a su hijo con las tareas porque le cuesta mucho concentrarse en otra cosa que no sea arruinarle la vida a su ex, a quien cada tanto le niega el derecho de visita rompiéndole el corazón a padre e hijo. Vive afectada, histérica y desocupada. Incapaz de mantener una relación real, sale con cuanto tipo la invita, a los que les dice que es soltera y no tiene hijos. Y aunque quiere bastante a su chiquilín, pocas veces sabe demostrárselo de otra manera que comprando todo lo que le pida. La mal casada cría hijos inseguros, consumistas y resentidos.

3. Mamá 2000.
Graduada universitaria, moderna y casada sin clichés, se convirtió en mamá apenas pasados los treinta. Subió algunos kilos con el embarazo, pero se untó tantas cremas y caminó tantos kilómetros, que casi no se le notaron después del parto. Lejos de la culpa que sienten algunas al dejar a sus hijos para ir trabajar, esta se las ingenia perfecto para poder crecer en lo profesional, ser madre y mujer, sin descuidar ninguna de las tres cosas. Así, lo mismo se encuentra en su bolso un pañal, un esmalte de uñas o una laptop. Tiene un marido divino que la ayuda y es un padre comprometido. Es super organizada. Cocina solo una o dos veces por semana y friza kilos de pollo a la plancha y pastel de papas. Se levanta a las 6.00 todos los días, trabaja nueve horas y a las 17.00 está en casa para bañar y acostar al bebé. Una vez al mes, lo deja con algún pariente y sale sola con el marido. La pasan bomba y no se preocupan por nada hasta la mañana siguiente que se reencuentran con el escuinclito. La m
amá 2000 aprendió que se puede ser una madre dedicada aunque el disfraz de conejo lo compre en lugar de coserlo, y aunque a veces, el que lleva al hijo al médico, sea el papá. Esta madre cría hijos sanos, independientes y abiertos.

4. La madre Teen:
Hija de un rigorismo extremo, la madre teen se liberó de su padre haciéndolo abuelo. Tuvo a su hijo en el secundario, o apenas terminado este. Vivió con el padre del chico; en la casa paterna; sola y hasta con alguna pareja de turno. Cambió de trabajo tantas veces que el CV ocuparía un resma A4 entera. Con todas las ganas del mundo, hace lo que puede como madre. Falta a cumpleaños, no ayuda a hacer la tarea, se olvida las reuniones de padres y no explica como nacen los bebés en tiempo y forma. Trata de no repetir su historia y ser más moderna, pero muchas veces es más hermana que madre. Sale a bailar, cambia de pareja con frecuencia y tiene más hijos intentando poder armar una familia, aunque lo logra tarde. No puede decirse que es mala madre, porque sus intenciones son buenas, pero un golpecito de horno le faltó. Los hijos de la madre Teen somos un poco traumados y bastante inútiles, pero si en el camino nos cruzamos una idishe mame criolla o una mussolina, salimos bastante derechitos!

5. La Mussolina:
La Mussolina es tana, descendiente de tanos o al menos de apellido tano. Todos sus sentimientos son extremos, y generalmente los expresa a través de la comida. Para ella, un hijo querido es un hijo bien alimentado. Y un marido feliz es un marido con la panza llena. Ama de casa dedicada no por eso dejó su vocación de lado y se dedicó a trabajar mientras crió hijitos redondos y felices. No sabe mucho de grandes lujos, pero tampoco de grandes privaciones. Se arregló siempre con poco y en su casa nunca se pasó hambre (obviamente). Su receta de crianza fue puño de hierro en guante de seda, y sus vástagos supieron responder a la misma. Hoy los deja volar sabiendo que cada vez que puedan volverán al nido y al calor de hogar, siempre dispuesta a poner un plato más en la mesa o un colchón más en el cuarto. La Mussolina cría hijos fuertes, sensatos y de sentimientos nobles.

6. El padre-madre: El padre-madre es un señor muy, pero muy bueno que se fue a vivir con una divorciada madre de dos chicos grandes. Tras años de insistencia, finalmente su mujer aceptó tener un hijo con él. Cuando nació su hija este señor se enamoró a primera vista de ella. Él sabe el esfuerzo que implicó para su mujer volver al ruedo de la maternidad, por lo que, menos en dar la teta, la reemplaza el lo que puede. Muchas veces se lo ve con rollos de goma eva en el maletín, y en su despacho hay cien fotos de su princesita. No se avergüenza de llevarla al jardín ni de que se escape una lágrima cuando recuerda el día del nacimiento. Es mucho más madre que muchas mujeres que conozco, y como tal, merece un lugarcito en este post. El padre-madre va a criar una nena caprichosa y mimosa, pero no me hubiese molestado en absoluto ser tiladada de aquello con tal de tener uno como él.

2 comentarios:

Ceci Rossi dijo...

1. La idishe mame criolla. esa me tocó y estoy saliendo exactamente: algo sumisa e hiperactiva... Pero te falto un detalle algo sumisa e hiperactiva... y ABSOLUTAMENTE NEGADA a la maternidad.

Anónimo dijo...

Ah, Anette! La mía es una mezcla de todas: jamás se olvida de un cumpleaños. Es más: me manda mensajes de texto diciendo "es el cumple del tío. no te olvides de llamarlo", desde que dejé la casa materna.
No cocina pero siempre hay platos demás cuando la llamaba/la llamo y le digo "ma, en 1 hora voy a cenar... voy con X Y X, si?". El delivery lo paga ella.
No solo asistía a reuniones escolares sino que amenazaba a mi padre diciéndole "que vos HOY vayas a las reuniones y actos escolares, TE GARANTIZA QUE EL DIA DE MAÑANA TUS NIETOS TENGAN A SUS PADRES EN TODOS LOS ACTOS". (o sea: como nosotras lo mamamos así, es obvio que yo el día de mañana tambien voy a obligar a mi marido a concurrir a cada uno de ellos je).
No cose, pero la ropa está impecable, me puso petinencias de todo tipo cuando mentía o falsificaba boletines, me dice que "las tres me duelen por igual", se enoja cuando no la llamo o no le mando mensajitos de texto, me recrimina que voy poco a la casa, pero cuando voy no me deja irme... quiere que la haga abuela pero dice que todavía es muy pronto, lloró cuando me recibí, se reia cuando yo lloraba por amor, dice que no le cuento mis cosas pero jamás me revisó ningún cajón. Aceptó a todos mis novios porque "yo quiero que ustedes sean felices". Se casó, se divorció y empezó a trabajar a los 47 años. Es una leona. Así es mamá. Mamá Leona.
Un beso

Chuni